Las ‘tiendas eternas’
Al terminar la parábola del mayordomo infiel Jesús añade: ‘Y yo os digo: Ganad amigos por medio del Mamón injusto, para que cuando éste falte, os reciban en las tiendas (skēnas) eternas’ (Lc.16:9). La frase ‘cuando éste falte’ remite al momento de fallecer. Algunos manuscritos leen incluso ‘cuando vosotros muráis’ (el verbo ek-leipō significa ‘cesar (de existir o de funcionar), fallecer’). Éste será el momento de la verdad: ¿serán recibidos o no en las tiendas eternas? Pero, ¿qué quiere decir Jesús aquí cuando habla de estas ‘tiendas eternas’?
En Jn.14:2 dice: ‘En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros’.
Con la frase ‘la casa de mi Padre’ Jesús remite en este contexto al cielo (comp. 2Co.5:1). Pero, ¿cuándo podrán los discípulos pasar a ocupar estas muchas moradas? También en este caso los escritos de la apocalíptica judía nos ayudan a encontrar una respuesta. En el Testamento de Abraham, un escrito judío del primer siglo, Dios dice en el momento de la muerte de Abraham:
‘Llevad, pues, mi amigo Abraham al paraíso, donde están las tiendas (skēnai) de mis seres justos y las moradas (monai) de mis santos … en su seno; donde no hay problemas, ni dolor, ni un suspiro, sino paz y júbilo y vida sin fin’ (20:10-14).
Las ‘moradas’ que los santos ocuparán inmediatamente después de su muerte se localizan, al igual que las ‘tiendas’ de los justos, en ‘el seno de Abraham’ (véase abajo). A la vez, Jesús indica que las ‘moradas’ se encuentran en ‘la casa del Padre’, es decir, el cielo.
El ‘seno de Abraham’
La imagen del ‘seno’ o ‘regazo’ como parte del cuerpo humano la encontramos en el NT en la expresión ‘recostarse en el seno de alguien’ o ‘recostarse en su regazo’, es decir, recostarse al lado de alguien a la mesa para comer. Así se dice que el discípulo al cual Jesús amaba estaba recostado en el seno de Jesús durante la Santa Cena (Jn.13:23) y en Lc.16:22 leemos que el hombre pobre fue llevado por los ángeles al seno o regazo de Abraham, es decir, que pudo recostarse junto a Abraham para el banquete de los justos. En el primer siglo la frase ‘el seno de Abraham’ pasó a ser una expresión fija para el lugar de paz y gozo al que irán los justos después de fallecer.
Autor: Gijs van den Brink
Traducido por: Marije Coster
Esta es una versión corta de uno de los artículos de la revista BibliaDeEstudio o Studiebijbel Magazine en holandés. En este espacio colocaremos parte de estos artículos con la intensión de que estas líneas lo ayuden en su proceso de aprendizaje y entendimiento de la Biblia.
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