Parte 6 de 8 del tema 'Lecciones Del Libro de Rut‘ por Gijs van den Brink
Frente a Rut está el ejemplo de Noemí, una israelita de nacimiento con poca fe. Rut representa la norma de Dios en el libro, pero Noemí es su opuesto y representa la norma humana media. Ella cree en Dios, pero su fe no ha cambiado su vida. Piensa y vive según las normas humanas comunes. Esto la convierte en un ejemplo de creyente con nombre propio. Despierta nuestra compasión en un sentido humano general, pero si leemos con atención vemos aquí a una mujer que tiene poca o ninguna fe. A causa del hambre, Elimelec huye con mujer e hijos a tierra pagana. Una reacción humana y natural. Pero a la luz de la revelación de Dios en la ley de Moisés, el hambre es el resultado de la desobediencia del pueblo.
No es necesario huir, sino arrepentirse para salir del apuro (Deut.30:1-2). Pero Elimelec y Noemí huyen. El resultado es un problema aún mayor; el padre Elimelec muere. Entonces los hijos se casan con mujeres moabitas que adoran a otros dioses. Esto estaba expresamente prohibido en la ley de Moisés (Deut.7:3-4). Como resultado, el juicio continúa y los hijos también mueren. Cuando Noemí se entera de que Dios ha vuelto a dar pan a su pueblo (1:6), regresa. No porque se arrepienta de su huida, sino porque vuelve a haber pan en Israel. Noemí aconseja a sus nueras que se queden en Moab, se casen de nuevo y tengan hijos (1:8-10). Les desea una felicidad puramente terrenal.
Luego argumenta esto aún con más fuerza al decir "tu cuñada va a volver a su pueblo y a sus dioses, vete con ella de todos modos" (1:15). Noemí se centra únicamente en la prosperidad física terrenal, como demuestra su huida de Israel con Elimelec. Lo que la motiva no es una relación con Dios y sus mandamientos, sino su propia prosperidad terrenal. Y luego viene lo peor, culpa a Dios de su infelicidad. Dice que 'el Todopoderoso me ha dado una vida muy amarga' y también que se fue 'llena', con marido y dos hijos, pero ahora vuelve 'vacía', sin marido ni hijos (1:21-22). Vuelve sólo con una nuera viuda y extranjera. A la luz de la revelación de Dios, es exactamente lo contrario. Se fue "vacía", hambrienta y con dos hijos enfermos, y vuelve "llena" con una nuera en la que el amor por ella y por Dios supera a todos y a todo.
El clímax de la incredulidad de Noemí surge en el capítulo 3:1-4, donde leemos cómo procede para reunir a Rut y Booz. Noemí hace aquí al menos tres cosas que no están de acuerdo con la voluntad de Dios.
- Debería haberle dicho a Rut que Booz era un pariente que podía actuar como desahuciador y liberarla de las deudas. Pero lo llama "familiar" y evita el término legal de "prestamista".
- Noemí debería haber ido con Rut a ver a los ancianos en la puerta de la ciudad para discutir su caso, como hace Booz más tarde. Un matrimonio no se arregla entre un hombre y una mujer solos, de noche, en una era.
- Noemí no debería haber pedido a Rut que lavara, ungiera y cambiara su vestido de luto por otra ropa, pues esto indicaba precisamente que era viuda según la ley (compárese 2Sam.12:20). Noemí eligió el camino de la tentación física en lugar del camino de la ley y la justicia.
A pesar de este consejo "mundano" de Noemí, tanto Booz como Rut se comportaron magníficamente. Pero no gracias a Noemí, sino a pesar de Noemí.
Próxima entrega: Parte 7 de la serie Lecciones del libro de Rut se titula El significado mesiánico de Rut
Ver también: Parte 5 de 8 del tema 'Lecciones del libro de Rut' 'Rut y Booz como buenos ejemplos
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Autor: Gijs van den Brink
Fuente: Study Bible Magazine
Esta es la parte 6 de 8 del tema "Lecciones Del Libro de Rut” algunas de las cuales publicaremos en línea próximamente. Esperamos que esto le ayude a comprender mejor la Biblia.
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