Parte 3 de 6 del tema 'Lecciones del Apocalipsis 8' por Gijs van den Brink
En Apocalipsis 8, vemos entre bastidores cómo llegan nuestras oraciones a Dios en el cielo (vs.3-4). Se dice que se añade mucho incienso a las oraciones. El incienso es para hacer las oraciones agradables a Dios. A través del incienso, las oraciones son purificadas de toda impureza. Nótese que Juan dice que el incienso es entregado a este ángel desde su entorno. El Cielo coopera para llevar las oraciones de la congregación en la tierra ante el trono de Dios. En la tierra, el Espíritu Santo nos ayuda a orar; en el cielo, lo que aún es imperfecto se purifica aún más.
Oraciones y juicios
Entonces el ángel toma el incensario, lo llena de fuego y lo arroja sobre la tierra (vs.5). ¡Nótese! Con el mismo incensario con el que se llevaban las oraciones de los fieles ante el trono de Dios, se arroja ahora fuego, fuego de juicio, sobre la tierra. El mismo incensario, el mismo fuego, el mismo altar, el mismo ángel. El ángel que ofrece nuestras oraciones a Dios (vs.3), que nos ayuda y apoya en nuestras oraciones, ese mismo ángel trae ahora el juicio a la tierra con carbones de ese mismo altar. Aquí, como a menudo en la Biblia (Dt 4,24; 9,3; Sal 50,3), el fuego es símbolo de juicio (véase también el versículo 7). El mensaje de que caerá fuego sobre la tierra es un breve resumen de los juicios que provocarán las siete trompetas. El fuego celestial produce en la tierra truenos, relámpagos y terremotos. Estos fenómenos suelen ser indicios de la intervención de Dios en los acontecimientos mundiales. También sucedió en la crucifixión y resurrección de Jesús (cf. Mat.27:51; 28:2).
Así que las oraciones de los creyentes están directamente relacionadas con los juicios de Dios. Entonces surge la pregunta, ¿qué habría rezado la iglesia en la tierra? ¿Debemos pensar aquí en recoger todos los deseos? No lo creo. Si nos fijamos en la elaboración en el versículo 5, el lanzamiento del fuego del juicio en la tierra, creo que los creyentes en la tierra oraron lo mismo que los mártires bajo el altar en el cielo en el capítulo 6 (vs.9-11). Oraron para que el justo juicio de Dios pronto tuviera lugar sobre el mundo.
Qué hermoso es esto de que nuestra oración, aparentemente impotente, participe en la acción de Dios. ¡El Padre gobierna el mundo con la participación de los creyentes en la tierra! Qué posición tan elevada tenemos. Qué honor que participemos en la realización del plan de Dios. Ni siquiera a los arcángeles que han de tocar las trompetas se les ordena que lo hagan hasta que las oraciones de los santos sean ofrecidas a Dios.
La próxima vez: Las catástrofes ecológicas como juicios.
Ver también: Parte 2 de 6 del tema 'Lecciones del Apocalipsis 8 ': Silencio en el cielo antes de que estalle la crisis
Autor: Gijs van den Brink
Fuente: Study Bible Magazine
Esta es la parte 3 de un blog de 6 concisos sobre el tema "Lecciones del Apocalipsis 8" de Revista Study Bible, algunas de las cuales publicaremos en línea próximamente. Esperamos que esto le ayude a comprender mejor la Biblia.
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