La Pascua y las tres etapas de la redención

Parte 1 de 6 del tema Pascua – resurrección y salvaciónpor Gijs van den Brink

El domingo es Pascua. ¡¡¡Celebramos que Jesús resucitó de entre los muertos!!!

¿Qué significa esto para nosotros hoy? La resurrección prueba que Jesús es el Hijo de Dios (Rom.1:3-4).  La resurrección de Jesús es única. A veces las personas vuelven a la vida después de morir, pero en el mismo cuerpo mortal. Jesús resucitó en un cuerpo nuevo e inmortal. Eso es único, sucedió sólo una vez en la historia.

Jesús es el Hijo de Dios, Dios mismo que nos trae la salvación. ¿Pero de qué? Somos redimidos del pecado. ¿Pero qué significa eso? Todavía hay pecado y enfermedad en el mundo, incluso entre los cristianos. ¿Cómo es posible? Esto se debe a que Jesús logra nuestra liberación en tres etapas. Compárelo con una guerra ganada. Eso tampoco suele ocurrir en una hora.

Es importante saber que pasa en estas tres etapas de liberación. Porque, de lo contrario, pronto nos sentiremos decepcionados.  Y entonces seguimos gritando: si Dios es todopoderoso, ¿por qué sucede esto y por qué sucede aquello? Estas son las tres etapas de la liberación:

  1. Hemos sido liberados de la pena del pecado en el pasado. Esto sucedió de una vez por todas mediante la muerte de Jesús en la cruz y por ello sólo podemos dar gracias.

Seguimos dando gracias porque podemos estar seguros de que no nos perderemos, sino que podremos vivir para siempre en Su reino. Esto es lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. Murió en nuestro lugar.

  1. Somos liberados del poder del pecado en el presente. Esto sucede a través de Jesucristo que ha resucitado. Él vive y nos da su Espíritu.
  2. Seremos liberados de la presencia del pecado en el futuro. Esto sucederá cuando Jesús regrese. Entonces Él quitará todo pecado y maldad del mundo. Entonces todo pecado, toda enfermedad, toda guerra y maldad desaparecerán.

Ahora vivimos en la fase de liberación 2, en el tiempo entre la resurrección de Jesús y Su regreso. Ahora estamos viviendo en el tiempo de liberación del poder del pecado.

Esa liberación ocurre a nosotros que creemos en Jesús y ponemos nuestras vidas en su mano cada día.

Si no lo haces, no experimentarás su liberación, porque Él es un Dios bondadoso y amoroso y no un dictador. El no obliga a nadie. Él está deseoso de trabajar en ti con su Espíritu cada día. Pero solo si vienes a Él con las manos abiertas cada día para recibir, puede el Espíritu Santo liberarte.

¿Liberarte de qué? Del poder del pecado. Hablaremos más de eso la próxima vez.

Autor: Gijs van den Brink


En este espacio colocaremos parte de estos artículos con la intensión de que estas líneas lo ayuden en su proceso de aprendizaje y entendimiento de la Biblia.


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