Parte 2 de 6 del tema “Pascua – resurrección y salvación” por Gijs van den Brink
La última vez hablamos de las tres etapas de nuestra liberación.
Ahora vivimos en el tiempo entre la ascensión y la Segunda Venida, en la fase 2 de la liberación. El Espíritu Santo nos libera del poder del pecado. El primer y más importante poder del pecado es el egoísmo: pensar siempre y en primer lugar en ti mismo. Piensas cómo puedes sacar ventaja, cómo puedes lograr tus ambiciones. El Espíritu Santo nos libera de la prisión del egoísmo. Cuando el pecado reina en tu vida, siempre piensas primero en ti mismo. No puedes hacer otra cosa. El pecado te obliga a pensar así. Sólo entonces piensas en otro, y sólo cuando te conviene. Y por último piensas en Dios. Y eso a menudo no sucede en absoluto.
Quien pone su vida en manos de Jesucristo queda bajo el gobierno del Espíritu Santo. Entonces piensas exactamente al revés. Entonces se piensa primero en Dios, luego en el prójimo y en último lugar en ti mismo. Así es como el Espíritu Santo te libera de la prisión del egoísmo. El Espíritu Santo piensa primero en Dios, siempre piensa primero en el honor de Dios. El Espíritu Santo glorifica a Jesús, lo engrandece. Y luego el Espíritu tiene respeto y amor por los demás. El Espíritu Santo hace siempre lo que dice Jesús: ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
Autor: Gijs van den Brink
En este espacio colocaremos parte de estos artículos con la intensión de que estas líneas lo ayuden en su proceso de aprendizaje y entendimiento de la Biblia.
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